Mucho escuchamos hablar en la actualidad de los problemas que sufre la Ciudad de México en cuanto al tema del agua, pero ¿realmente sabemos de dónde viene el problema? ¿Qué podemos hacer para solucionarlo? El objetivo de este artículo es justamente darnos un panorama de qué es lo que pasa y qué podemos hacer cada uno para salvar nuestra ciudad.
UN BREVE RESUMEN DE UN GRAN PROBLEMA
Primero, aclaremos en estos 10 puntos algunos aspectos básicos para conocer la situación de agua en nuestra ciudad y nuestro país:
Del agua que consumimos en la CDMX, el 67% viene de los mantos acuíferos subterráneos del Valle, el 30% del Sistema Cutzamala y el 3% de manantiales superficiales cerca de la ciudad.
La sobre explotación de los subterráneos (más del 35%) ocasiona un hundimiento acelerado de la Ciudad, lo que deteriora y fractura las tuberías de la misma.
La ineficiencia de las tuberías y sistemas de transportación ocasiona que más del 35% del total disponible en CDMX se pierda por fugas. Adicionalmente, las malas condiciones de las tuberías “ensucian” el agua, ocasionando que la mayoría de nosotros tengamos que filtrarla para beberla (esto también ocasiona un costo extra para cada hogar).
Sólo el 7% del agua que utilizamos es tratada.
Las tarifas que pagamos actualmente por agua sólo cubren el 51% de los costos. El resto es subsidiado, y claramente, el subsidio es insuficiente para mantener el sistema operando con eficiencia.
Como consecuencia, hay 180,000 personas que no cuentan con acceso constante a agua potable en la CDMX. Estas personas acaban pagando hasta 5 veces más del costo normal, por el consumo de pipas y agua embotellada.
¡Consumimos demasiada agua! El habitante promedio de la CDMX consume 300 litros diarios de agua, mientras que en ciudades como Monterrey o Sao Paulo, el consumo promedio es de 125.
A pesar de todo lo anterior, el consumo doméstico en el país representa solamente el 10% del consumo total de agua, pues el principal sector en consumo es la industria agropecuaria, con un 77%.
Para producir un kg de carne de res, se consumen 14000 litros de agua; para una sola hamburguesa, 2400 litros. ¡También consumimos demasiada carne!
El consumo indiscriminado de recursos animales y materiales también impactan de manera importante al problema del agua. Cada cosa que compramos tiene una huella hídrica importante, y es primordial conocerla para saber cuánto estamos impactando a nuestra ciudad (muchas veces sin saberlo).
ACCIONES QUE NOS DAN UNA ESPERANZA ANTE ESTE PROBLEMA
El escenario anterior apunta a que para el año 2030 necesitaríamos 3 sistemas como el Cutzamala para tener agua suficiente el la CDMX, sin embargo, existen otro horizontes que nos pueden dar un futuro más sustentable y con una mejor calidad de vida para todos.
CONCIENCIA
Conocer cuánta agua consumimos y tratar de eficientar nuestro consumo es una gran idea. No se refiere solamente al agua que ocupamos para bañarnos, beber o lavar la ropa, sino a la huella hídrica de todos los productos que compramos. Evitar el consumo de carne una vez a la semana puede reducir de gran manera nuestro gasto de agua, tal como lo propone la iniciativa Lunes sin Carne, de HSI International.
RE UTILIZACIÓN DE AGUA
La captación pluvial es algo que está poco o nada implementado en la CDMX, y aquí tenemos una gran ventana de oportunidad, tanto para diseñar y proponer soluciones, como para dejar de pagar y utilizar lo que nos da la naturaleza.
NUEVAS FORMAS SUSTENTABLES DE OBTENER AGUA
Sabemos que seguir perforando el subsuelo de nuestra ciudad es una mala idea, pero lo seguimos haciendo. Son las mentes innovadoras las que están volteando hacia nuevas maneras de obtener el recurso sin implicaciones negativas para nuestro territorio. Tal es el caso de la empresa Gotas de Esperanza, quienes están desarrollando un sistema para producir 5000 litros de agua a partir del aire.
Con estas ideas de innovación en mente, en Iguana 4 Studio queremos sumarnos a una cruzada para rescatar nuestra ciudad y evitar un futuro sin agua. Confiamos ampliamente en que la creatividad y la innovación de las ideas de los ciudadanos pueden ser el motor que impulse y genere este cambio en los siguientes años. Estamos preparando un programa que sea impulsor de estas ideas, y cuyo objetivo no sea otro que cambiar el futuro de México para convertirlo en una ciudad más sustentable y respetuosa con sus recursos.
Dejemos los errores del pasado como enseñanza, y volteemos la cara hacia un futuro de innovación y respeto hacia nuestro medio ambiente. No se trata necesariamente de cambiar el mundo con una acción, sino de sumarnos a las diferentes causas para contagiar una cultura de cuidado a nuestra comunidad.